Viernes por la tarde. El equipo de medios todavía no piensa en happy hour, sino en cómo armar el bendito reporte que el cliente pidió “urgente”.
Lo de siempre: bajar el informe de Google Ads, abrir el de Meta, pedirle a finanzas las facturas, pegar todo en Excel y rezar para que los números cuadren. Suena familiar, ¿no?
Al principio parece sencillo, hasta que notas que las fechas no coinciden, que el gasto en Meta aparece en pesos (cuando debería estar en dólares) mientras Google reporta en dólares, o que notas que unos ítems que habías planificado en clics no tienen el mismo criterio de medición, sino que aparecen como views. Lo que debería ser un ejercicio de media hora se convierte en una odisea de varias horas, a veces días. Y lo peor: el cliente no espera.
Ahí es donde nace la verdadera “pesadilla de la reconciliación de las compras de digital”:
– El tiempo que consumes consolidando datos en lugar de analizarlos.
– El estrés de tener múltiples fuentes que no hablan el mismo idioma.
– La sensación de que tu equipo de planners y buyers se está convirtiendo en un equipo contable.

Pero, ¿qué pasaría si existiera una manera diferente de trabajar?
Y aquí es donde la IA entra a jugar un papel súper importante en este proceso, ya que es el hilo conductor entre la data con la que se planificó la inversión del cliente con el trabajo que realizó el planner con la información recibida de los proveedores de digital (especialmente Meta y Google) y luego al bajar la data de Google Ads o Meta Ads y además de la conversión de las facturas (que tiene finanzas en PDF) a datos transformados leíbles por la plataforma y que en la unión de los 3 realizaría la magia. La reconciliación de lo planeado vs. lo real de las compras de digital y entonces qué pasaría:
– Los reportes para los clientes se alimentan solos.
– Las facturas de Google y Meta se registran automáticamente.
– los datos financieros se ajustan sin que nadie tenga que revisar uno por uno
– los informes de campaña aparecen en un clic, listos para enviar.
Ese futuro no es ciencia ficción. Es lo que una plataforma inteligente debería darte:
– Datos consistentes y centralizados.
– Procesos automatizados que eliminan horas hombre.
– Información clara y confiable para tomar decisiones.
Y cuando descubres que sí existe una herramienta que lo hace, todo cambia. Lo que antes era la peor parte de la semana, ahora se convierte en un proceso invisible, rápido y preciso.
El equipo deja de sufrir con hojas de cálculo y vuelve a enfocarse en lo que de verdad aportan valor: diseñar campañas ganadoras para sus clientes, optimizar la inversión de los clientes en las campañas de digital y reportar a tiempo los datos para tener la info al toque (que se traduce en mayores ingresos para la agencia).