¿Cuál es la mejor manera de medir con un KPI o indicador clave de rendimiento?

¿Cuál es la mejor manera de medir con un KPI o indicador clave de rendimiento?

El modelo SMART es un método utilizado para definir y establecer objetivos y KPIs (indicadores clave de rendimiento). Conoce en este artículo por qué implementandolo lograrás óptimos resultados.

Una pregunta habitual a la que se enfrenta todo tomador de decisiones es: “¿Cómo defino de la mejor manera los KPI de mi empresa?” Sin dudas la mejor manera de hacerlo es utilizar el llamado modelo SMART. Esta sigla representa cinco criterios que deben cumplir los objetivos para asegurar su efectividad.

Vemos en detalle cuáles son:

1.Específico (Specific): Los objetivos deben ser claros y específicos, evitando ambigüedades. Deben responder a las preguntas: quién, qué, cuándo, dónde y por qué.

2. Medible (Measurable): Deben ser cuantificables, es decir, poder medirse de alguna manera para evaluar su progreso y éxito. Establecer indicadores cuantitativos ayuda a realizar un seguimiento objetivo.

3. Alcanzable (Achievable): Deben ser realistas y alcanzables, teniendo en cuenta los recursos disponibles. Es importante establecer metas desafiantes pero a la vez factibles.

4. Relevante (Relevant): Los objetivos deben ser pertinentes y estar alineados con los objetivos más amplios de la empresa. En pocas palabras, deben contribuir al éxito general.

5. Temporal (Time-bound): Deben tener plazos definidos. Establecer un marco temporal nos da sensación de urgencia y ayuda a mantener el enfoque. Los plazos también facilitan la evaluación del progreso.

Ejemplo:

Llevar del 35% al 45% el margen bruto de la empresa en los próximos 6 meses.

Evaluación y re-evaluación

Si deseas ampliar el marco SMART, podés hacerlo MÁS SMART aún, agregando la evaluación y re-evaluación a la medición. Es por esto que los KPI no deben ser únicos: es clave la evaluación constante para asegurarse de que sean alcanzables y vayan por buen camino.

Cuando aplicas estos cinco criterios te aseguras que los indicadores sean claros, medibles, realistas, relevantes y limitados en el tiempo. ¿Qué logras con esto? No solo una gestión y supervisión efectiva, sino también mejor y mayor comunicación y el entendimiento
de los objetivos para las distintas partes.

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